El café en la industria de cosméticos
Abril 6, 2022
Alrededor de los años 2000 llegaron a casa un par de libros sobre café, una especie de enciclopedia chiquita dentro de una caja, uno de los tomos era un recetario de bebidas y postres, el otro la historia del café. En el tomo sobre la historia, que por cierto es el primero, recuerdo las fotografías de personas dentro de tinas llenas de café molido con fines estéticos y de salud. Años después inició una tendencia de emplear alimentos en rutinas de cuidado de cabello y/o de piel, el impacto fue tal que la industria de cosméticos puso en anaqueles, catálogos y tiendas en línea productos con linaza, coco, trigo, miel, aguacate, y por supuesto; café. En el blog de hoy quiero hablarles un poquito sobre esto y del cómo y el por qué, el café puede pasar de la alacena a la mesita de noche.
El principio activo: ¿Para qué se usa el café en el cabello o la piel?
En el buscador podemos poner: mascarillas con café y, en mi caso, obtengo lo siguiente:
- “3 formas de hacer una mascarilla de café para una piel bella y saludable” (cocinafacil)
- Mascarilla no.1, un exfoliante natural: café instantáneo, bicarbonato de sodio y azúcar granulada.
- Mascarilla no.2, eliminación de células muertas y regeneración: café instantáneo, miel, azúcar y aceite de oliva.
- Mascarilla no.3, frescura e hidratación: café instantáneo, yogurt natural y miel orgánica.
- “Estas mascarillas de café te quitarán algunos años de encima” (VOGUE)
- Mascarilla no.1, antienvejecimiento: café molido, miel, bicarbonato de sodio, azúcar granulada.
- Mascarilla no.2, para piel sensible: café molido, miel, cápsula de vitamina E, avena.
- Mascarilla no3, lucir piel más sana: café recién molido, leche.
La búsqueda puede seguir pero los ingredientes se repiten y los usos también, aunque en estos dos resultados encontramos que los mismos ingredientes sirven para fines distintos: café molido, bicarbonato de sodio y azúcar granulada, como exfoliante y mascarilla antienvejecimiento. También en algunas páginas veremos el uso del café recién molido, en otras del café instantáneo y en algunas más el café que queda después de infusionar.
Previo a incluir al café en ellos, veamos ¿qué son los cosméticos? Son productos creados con bases sintéticas o naturales, destinados a cuidar, limpiar, perfumar o modificar el aspecto de la superficie corporal en la que son aplicados; como la piel, el cabello, las uñas, los ojos, etc. Entre este tipo de productos encontramos soluciones, emulsiones, geles, sólidos en barra, sólidos en polvo, mascarillas, exfoliantes, sólidos en pastilla y más.
En la mayoría de los casos veremos el uso del café en mascarillas exfoliantes para el rostro como vimos arriba, en ese caso, los exfoliantes funcionan para eliminar células muertas de la piel, mismas que dan una apariencia de piel seca, pálida o poco sana. Pueden ser:
- Físicos: incluyen sustancias en forma de gránulos dispersos en bases cremosas. Aquí entran las semillas de frutas, las plantas, el barro, la arcilla, o como vimos anteriormente; el café molido o el azúcar. Necesitan ser frotados o tallados sobre la piel.
- Químicos: son peelings de ácidos frutales con Alfahidroxiácidos (AHA) y Betahidroxiácidos (BHA) cuyo fin es el mismo, eliminar células muertas y dejar una apariencia más suave y limpia en la piel.
- Enzimáticos: incluyen enzimas frutales o vegetales y funcionan de manera similar a los químicos solo que la base no son ácidos.
También se usa el café en jabones en barra, menos en jabones líquidos, shampoo, sueros o tónicos..
¿Cómo se integra el café en los cosméticos?
Ahora sí, ¿bajo qué motivadores se emplea el café en la cosmética? El principal es el contenido de ácidos clorogénicos y de cafeína, relacionados con beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y estimulantes. Estos beneficios también los encontramos en la bebida, tal vez sea una de las razones (secundarias posiblemente) del por qué tomamos o no dejamos de tomar café, en mi caso esos beneficios son valor añadido, la verdad. Curiosamente, a pesar de tener estos compuestos en el café del día a día, las mascarillas no contemplan una infusión de café, sino sus residuos o el café molido. Aquí viene otro motivador que encontré; darle uso a los subproductos que se quedan en el largo camino de “la semilla a la taza”.
En 2013 se publicó en España una patente con el nombre “Aplicación de productos de la cascarilla del café en cosmética antienvejecimiento y alimentación funcional” solicitada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) bastante interesante, pues lo que en el título dice “cascarilla” aquí lo conocemos como “tamo”, ese subproducto que resulta de una y varias rondas de tueste, lo que, si no lo limpias (debes de) podría jugar en contra en tu máquina. En fin, les dejo unos puntos interesantes de la investigación:
- El extracto realizado con cascarilla de café puede comprender un mínimo de 80 mg de ácido clorogénico y 985 mg de cafeína por cada 100 g de su extracto.
- En su extracto de tamo pudieron encontrar valores de 326 mg/100 g de su extracto de ácido clorogénico y 4000 mg/100 g de su extracto de cafeína, todo procedente de tamo de café arábiga. Así mismo estos valores pueden ser el orden de doble si el tamo procede de un tueste de café robusta.
- Se mencionan las propiedades del ácido clorogénico en prevención del envejecimiento, procesos patológicos relacionados con la edad y el estrés oxidativo. Estos beneficios se encuentran en el café verde y en la bebida como tal.
- Los resultados de su investigación arrojaron que la presencia de ácidos clorogénicos y cafeína presentes en su extracción del tamo presentan potencial para ser utilizada como ingrediente funcional alimentario y en productos cosméticos.
- Su extracto de tamo puede ser empleado en la cosmética como conservante, aromatizante, antioxidante y antienvejecimiento.
¿Habían escuchado, leído algo sobre el uso del tamo más allá que como combustible o fertilizante? Yo no y menos para uso cosmético. Lo que me lleva a pensar que hay mucho en el café y en sus residuos que son de interés y utilidad para industrias, personas e investigaciones más allá de buscar mejorar nuestros procesos y los perfiles en taza.
Entonces… ¿Listos para el domingo de #Skincare?
Hace unos años comenzó una corriente de maquillaje y skincare en la que lo importante es que la piel luzca saludable, humectada, cuidada. Todo esto a la par de cuidar lo que comemos y cuestionar nuestros hábitos de consumo. Los domingos de skincare (o en realidad cualquier día de descanso) se tomaron como el momento en el que dedicamos atención, amor y cuidado por nuestro cuerpo. Pero antes de ir a la mesita de noche por el kit de la rutina de cuidado de piel y retomando todo lo visto en este blog, hay algunas consideraciones que me gustaría dejar:
- El empleo mayoritario del café es en los exfoliantes. Ya vimos que el uso del café molido hace dos funciones; por un lado aporta los compuestos relacionados con fines de antienvejecimiento y antiinflamación, por el otro es la textura adecuada para realizar la exfoliación mecánica.
- Lo que se busca es una mayor concentración de ácidos clorogénicos y cafeína por lo que, si quieres usar el café en tu receta casera, suena mejor opción usar el café molido y no el resultado de tu preparación de la mañana.
- Retomando las primeras mascarillas mencionadas en el blog, también es preferible usar el café molido que el café soluble.
- Si vamos más allá, podríamos usar un robusta para la noche de #skincare sin riesgo de perder el sueño, ¿no?.
- La exfoliación recomendada es una vez cada quince días en pieles secas y sensibles; cada semana para pieles normales y dos veces por semana en pieles mixtas y grasas. Depende del tipo de piel, de exfoliante, de rutina, etc.
Finalmente, antes de aplicarnos cualquier tipo de producto en la piel o el cabello, sobre todo si es casero, tomemos precauciones y en la medida de lo posible, consultemos a un especialista. Que una mascarilla casera sea útil para una persona no significa que lo sea para otra. Hemos aprendido con el café que las mínimas variables nos dan resultados notables y aplicarlo en la piel no es la excepción.
Gracias por leerme.
Buena vida y mucho café.
Atte: Sara Cortés.
Castillo, M., Ibáñez, E., Amigo-Benavent, M., Herrero, M., Plaza, M., & Ullate, M. (2013). Aplicación de productos de la cascarilla del café en cosmética antienvejecimiento y alimentación funcional. Clic aquí para consultar
Fajardo, A. M. R. Utilización de desechos de café en dos formulaciones (crema y jabón en barra) de tipo exfoliante para uso cosmético. Clic aquí para consultar