Kombucha

Abril 22, 2025

En blogs anteriores platicando sobre Alimentos funcionales y fermentados y la Fermentación láctica, se contaba la euforia en muchos establecimientos por una bebida “nueva”, curiosa, refrescante y que frecuentemente es asociada a los procesos de fermentación como el kéfir, kvas y tíbicos; la Kombucha, que poco a poco fue ganando mercado ya que no solo es un perfil y proceso único, también cuenta con múltiples beneficios a la salud.

¿Qué es SCOBY?

Bueno, primero que todo, es necesario que te platique un poco sobre lo que seguramente has escuchado (y seguirás escuchando), que esta bebida necesita un hongo al que le llaman “SCOBY” para poder hacerla, así que aquí vamos…

Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast o mejor conocido como SCOBY (acrónimo) es toda una comunidad de microorganismos, la cual puede seguir desarrollándose y alimentándose con el té, azúcar y agua que se agrega cada cierto periodo. Luce como una especie de masa redonda que parece un filtro de algodón grande, la cual se conforma de celulosa, levadura y bacterias propias de la comunidad.

Debido a la presencia de estos microorganismos, el té se transforma en una bebida probiótica y conforme pasa el tiempo de fermentación, las bacterias comienzan a desaparecer, dejando enzimas, minerales y vitaminas, lo que la hace tan enriquecedora.

La kombucha y su origen

Es una bebida refrescante, que, con la ayuda de su SCOBY, hace un proceso químico natural que la transforma en lo que posteriormente se filtra y obtiene como bebida. Tiene un origen asiático, específicamente en China, donde se cree que se comenzó a elaborar en Manchuria (actual noreste de China), gracias a la iniciativa de un médico coreano llamado “Kombu”, según los datos y es también conocida como la bebida de los samuráis.

Anteriormente solo se conseguía en tiendas más locales y herbolarias por ser una bebida “remedio” y poco usual, desde hace aproximadamente más de 2000 años, ¿lo imagina? Quién diría que actualmente podemos encontrarla en supermercados y establecimientos más conocidos como lo son restaurantes y barras de café en la sección de “Bebidas sin café” o “Bebidas frías sin alcohol”, ya que tampoco está catalogada como una bebida alcohólica pese a su periodo de fermentación.

Contrario a lo que muchos piensan, no solo existe la kombucha “ácida” y natural, ya que por un lado, la natural tiene un perfil un poco dulce y ácido propio del proceso donde solo vive una fermentación. Por otro lado, la Kombucha también puede seguir una doble fermentación, y es aquí donde se puede agregar otro sabor o ingrediente (pulpa o fruta comúnmente), lo que cambiará en sabor, coloración y resultará en un perfil poco más de gas debido al proceso, lo que la hace también muy divertida y versátil a todos los gustos.

Contenido y Beneficios

Contiene minerales como: Magnesio, zinc y potasio, así como vitaminas del grupo B y C, antioxidantes y ácidos orgánicos.

Aunque se asume que tiene muchos más beneficios, los más estudiados son los siguientes:

Desintoxicación: Ayuda a eliminar toxinas y colabora en vitamina del complejo B, las cuales favorecen al sistema nervioso.
Digestión: Fortalece el equilibrio de la microbiota intestinal y en la absorción de nutrientes, lo que permite regular el tránsito intestinal y su flora.
Sistema inmunológico: Fortaleciendo la producción de células que defienden al organismo.

Preparación y consumo

La elaboración consta de:

Té: Negro, verde, rojo o blanco, que vienen de la misma planta Camellia Sinesis, los cuales han llevado diferentes procesos (por ello su coloración).
Agua filtrada: Fundamental que no sea agua clorada. Puedes probar tipos de agua pero cuidando esto.
Azúcar: Elemento muy importante porque es su favorito.
SCOBY: También conocido como la madre u hongo de la kombucha.
Líquido iniciador (cultivo): Este líquido es de una preparación previa pues tiene más bacterias y levaduras que ayudarán a fermentar el té y asegurar la producción.
Recipiente: Uno de vidrio que será su casa para crecer cómodamente. Este espacio es como cuando cambias la maceta de tus plantas, que dependiendo el tamaño, logran expandirse y acomodarse, así que puede iniciar con uno pequeño en lo que se adapta.
Tela: Paño algodón o manta fina para cubrir el recipiente cada que filtras y rellenas, esto permite su perfecta oxigenación y el cuidado de nuestra comunidad para que no se contamine.
Banda elástica: Soporte de la manta.

Puede parecer algo “sencillo”, sin embargo, como muchas cosas, tiene su nivel de precaución y cuidado en higiene, tanto en los materiales que se usan, como en higiene personal, ya que puede contaminarse con facilidad y eso podría contaminar a su vez la kombucha, generando bacterias no deseadas e incluso matando el SCOBY.

Por lo que se recomienda también consultar su consumo, sobre todo en personas embarazadas, lactantes y en la infancia, por cuestiones de acidez y teína, que deben evitarse en personas que no lo toleren.

Ahora que he contado todo esto, podrás notar que la kombucha es toda una familia, que necesita tanto cuidado como tus plantas y cualquier ser vivo, requiriendo alimento constante para crecer y mucha, mucha paciencia.

Atentamente, Fernanda Cortés.